miércoles, 31 de octubre de 2007

HORROR DE PRIMER NIVEL

Por Edgardo Reséndiz (TOP MAGAZINE/Grupo Reforma)

Hacer un remake del clásico del cine mexicano de terror por excelencia, francamente sonaba a sacrilegio.

Sin embargo, la nueva versión de Hasta el Viento Tiene Miedo, de Gustavo Moheno, resulta una excelente, actual y efectiva reinterpretación de la original de Carlos Enrique Taboada estrenada hace casi cuatro décadas.

Para empezar, la película cumple con lo que promete. Es una historia de terror que logra su cometido, está bien contada, con los sustos de rigor y el ritmo narrativo del género, atmósferas logradas a la perfección, muy buenas actuaciones, cameos, fotografía y sonido sobresalientes.

La principal dificultad que planteaba la original era hacer creíble, en un contexto actual, un argumento con personajes y situaciones más bien inocentes y cándidas, muy acordes con las reglas del melodrama de los años 60.

La propuesta de Moheno, que parte de un guión de él mismo, Mario P. Székely, Ángel Pulido y Alfonso Suárez, toma los elementos básicos de Taboada y los redimensiona, los reinventa y les da una nueva vida, vigencia y la lógica y la solidez que la original no necesita.

En esencia los personajes son, en su mayoría, los mismos, pero ahora se plantean con características muy distintas, son más profundos y complejos, lo mismo que las situaciones que van mucho más allá y explican abiertamente detalles que Taboada apenas sugería.

Moheno consigue de su elenco un sólido ensamble de actuaciones en el que destacan por la naturaleza de sus papeles Martha Higareda como Claudia, en su mejor interpretación hasta la fecha, y la sorprendente Danny Perea encarnando a Josefina.

Esta versión de Hasta el Viento Tiene Miedo, cabe aclarar, no es para niños, dado que aborda algunos temas más fuertes que la de 1968.

Es cine de terror de primer nivel.

(PUBLICADO: 19 de octubre, periódico El Norte)