A 8 semanas de su estreno, Hasta el viento tiene miedo se mantiene en el séptimo lugar de la taquilla nacional con 1 millón 48 mil 199 espectadores y una recaudación de 37 millones 583 mil 180 pesos. La película prácticamente ha salido de cartelera en el Distrito Federal, pero continúa exhibiéndose en 127 salas a lo largo y ancho del país, consolidándose como una de las cintas mexicanas más taquilleras del 2007. Cabe decir que Hasta el viento tiene miedo ha superado, por mucho, a estrenos hollywoodenses de la temporada de terror como 1408, Halloween, El juego del miedo 4, El títere, 30 días de noche, Hannibal: el origen del mal y Catacumbas, por no hablar de películas como Los seis signos de la luz, Valiente (con Jodie Foster), Leones por corderos (con Tom Cruise), 3:10 Misión peligrosa (con Russell Crowe), Super Cool e Invasores (con Nicole Kidman). Tras debutar en el segundo lugar de taquilla el pasado 19 de octubre, la película fue ocupando paulatinamente las posiciones 3, 4 y 7. Curiosamente, después de caer al puesto número 11, durante las dos últimas semanas registró un impresionante levantón subiendo, primero, a la posición 8 y, finalmente, a la 7. Estamos, sin duda, ante un insólito comportamiento en taquilla que vale la pena destacar pues es rarísimo que una película gane terreno de esta manera a 8 semanas de su primer día de exhibición.
lunes, 10 de diciembre de 2007
miércoles, 31 de octubre de 2007
HORROR DE PRIMER NIVEL
Por Edgardo Reséndiz (TOP MAGAZINE/Grupo Reforma)
Hacer un remake del clásico del cine mexicano de terror por excelencia, francamente sonaba a sacrilegio.
Sin embargo, la nueva versión de Hasta el Viento Tiene Miedo, de Gustavo Moheno, resulta una excelente, actual y efectiva reinterpretación de la original de Carlos Enrique Taboada estrenada hace casi cuatro décadas.
Para empezar, la película cumple con lo que promete. Es una historia de terror que logra su cometido, está bien contada, con los sustos de rigor y el ritmo narrativo del género, atmósferas logradas a la perfección, muy buenas actuaciones, cameos, fotografía y sonido sobresalientes.
La principal dificultad que planteaba la original era hacer creíble, en un contexto actual, un argumento con personajes y situaciones más bien inocentes y cándidas, muy acordes con las reglas del melodrama de los años 60.
La propuesta de Moheno, que parte de un guión de él mismo, Mario P. Székely, Ángel Pulido y Alfonso Suárez, toma los elementos básicos de Taboada y los redimensiona, los reinventa y les da una nueva vida, vigencia y la lógica y la solidez que la original no necesita.
En esencia los personajes son, en su mayoría, los mismos, pero ahora se plantean con características muy distintas, son más profundos y complejos, lo mismo que las situaciones que van mucho más allá y explican abiertamente detalles que Taboada apenas sugería.
Moheno consigue de su elenco un sólido ensamble de actuaciones en el que destacan por la naturaleza de sus papeles Martha Higareda como Claudia, en su mejor interpretación hasta la fecha, y la sorprendente Danny Perea encarnando a Josefina.
Esta versión de Hasta el Viento Tiene Miedo, cabe aclarar, no es para niños, dado que aborda algunos temas más fuertes que la de 1968.
Es cine de terror de primer nivel.
(PUBLICADO: 19 de octubre, periódico El Norte)
Hacer un remake del clásico del cine mexicano de terror por excelencia, francamente sonaba a sacrilegio.
Sin embargo, la nueva versión de Hasta el Viento Tiene Miedo, de Gustavo Moheno, resulta una excelente, actual y efectiva reinterpretación de la original de Carlos Enrique Taboada estrenada hace casi cuatro décadas.
Para empezar, la película cumple con lo que promete. Es una historia de terror que logra su cometido, está bien contada, con los sustos de rigor y el ritmo narrativo del género, atmósferas logradas a la perfección, muy buenas actuaciones, cameos, fotografía y sonido sobresalientes.
La principal dificultad que planteaba la original era hacer creíble, en un contexto actual, un argumento con personajes y situaciones más bien inocentes y cándidas, muy acordes con las reglas del melodrama de los años 60.
La propuesta de Moheno, que parte de un guión de él mismo, Mario P. Székely, Ángel Pulido y Alfonso Suárez, toma los elementos básicos de Taboada y los redimensiona, los reinventa y les da una nueva vida, vigencia y la lógica y la solidez que la original no necesita.
En esencia los personajes son, en su mayoría, los mismos, pero ahora se plantean con características muy distintas, son más profundos y complejos, lo mismo que las situaciones que van mucho más allá y explican abiertamente detalles que Taboada apenas sugería.
Moheno consigue de su elenco un sólido ensamble de actuaciones en el que destacan por la naturaleza de sus papeles Martha Higareda como Claudia, en su mejor interpretación hasta la fecha, y la sorprendente Danny Perea encarnando a Josefina.
Esta versión de Hasta el Viento Tiene Miedo, cabe aclarar, no es para niños, dado que aborda algunos temas más fuertes que la de 1968.
Es cine de terror de primer nivel.
(PUBLICADO: 19 de octubre, periódico El Norte)
martes, 30 de octubre de 2007
¡16 MILLONES!
martes, 23 de octubre de 2007
SÓLO EN CINES...
lunes, 15 de octubre de 2007
SEMANA DE PREMIERES
HASTA EL VIENTO TIENE MIEDO
Con la presencia del director y el elenco:
-Lunes 15: TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.
-Martes 16: CIUDAD DE MÉXICO - Cinépolis Plaza Universidad - 19:00 horas.
-Miércoles 17: MONTERREY, NUEVO LEÓN - Cinépolis Valle Oriente.
-Viernes 19: CANCÚN, QUINTANA ROO.
Con la presencia del director y el elenco:
-Lunes 15: TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.
-Martes 16: CIUDAD DE MÉXICO - Cinépolis Plaza Universidad - 19:00 horas.
-Miércoles 17: MONTERREY, NUEVO LEÓN - Cinépolis Valle Oriente.
-Viernes 19: CANCÚN, QUINTANA ROO.
ESTAMPAS MORELIANAS
Danny Perea, Cassandra Ciangherotti, Gustavo Moheno, Elizabeth Valdez y Valeria Ciangherotti.
Danny "en vivo".
Magali Boysselle.
Los periodistas entrevistando a Martha.
El debate con el público.
Las hermanas Ciangherotti.
La alfombra roja. Todas rompiendo corazones.
Danny "EN VIVO".
Liz y Magali, guapérrimas.
Danny "en vivo".
Magali Boysselle.
Los periodistas entrevistando a Martha.
El debate con el público.
Las hermanas Ciangherotti.
La alfombra roja. Todas rompiendo corazones.
Danny "EN VIVO".
Liz y Magali, guapérrimas.
viernes, 12 de octubre de 2007
¡YA ESTAMOS EN MORELIA!
HASTA EL VIENTO TIENE MIEDO
Con la presencia de Martha Higareda, Verónica Langer, Danny Perea, Mafer Malo, Elizabeth Valdez, Magali Boysselle, Valeria Ciangherotti, Gustavo Moheno y ¡Andrea!
Cinépolis Morelia Centro
Sala 4
23:30 Horas
Localidades agotadas
Con la presencia de Martha Higareda, Verónica Langer, Danny Perea, Mafer Malo, Elizabeth Valdez, Magali Boysselle, Valeria Ciangherotti, Gustavo Moheno y ¡Andrea!
Cinépolis Morelia Centro
Sala 4
23:30 Horas
Localidades agotadas
jueves, 11 de octubre de 2007
JUGANDO AL """ACTORS STUDIO""" CON... ¡DANNY PEREA!
Todo lo que tiene un principio tiene un fin; pero siempre vale la pena empezar de nuevo. Hoy termina el "juego" que iniciamos con nuestras actrices. Estrenamos la película en 8 días. La suerta está echada... Queda con ustedes la mejor actriz de su generación (lo dijo Cinemanía): la única e irrepetible Danny Perea.
¿Cuál es tu palabra favorita?
Universo.
¿Qué palabra detestas?
Garrapatear.
¿Qué te excita creativa, espiritual o emocionalmente?
La solidaridad.
¿Qué te desanima?
La injusticia, la traición.
¿Cuál es tu grosería favorita?
Mierda.
¿Qué sonido o ruido adoras?
El de la guitarra.
¿Qué sonido o ruido detestas?
Los sonidos monótonos y repetitivos (el tic tac de un reloj, por ejemplo).
¿Qué otra profesión te hubiera gustado tener de no haber sido actriz?
Directora de cine, psicóloga o historiadora.
¿Qué profesión de plano no te hubiera gustado tener?
Doctor.
Si el paraíso existe, ¿qué te gustaría que te dijera Dios al llegar a las puertas celestiales?
“Aquí todas las áreas son de sí fumar, de sí cantar, de sí amar, de sí soñar...”
¿Cuál es tu palabra favorita?
Universo.
¿Qué palabra detestas?
Garrapatear.
¿Qué te excita creativa, espiritual o emocionalmente?
La solidaridad.
¿Qué te desanima?
La injusticia, la traición.
¿Cuál es tu grosería favorita?
Mierda.
¿Qué sonido o ruido adoras?
El de la guitarra.
¿Qué sonido o ruido detestas?
Los sonidos monótonos y repetitivos (el tic tac de un reloj, por ejemplo).
¿Qué otra profesión te hubiera gustado tener de no haber sido actriz?
Directora de cine, psicóloga o historiadora.
¿Qué profesión de plano no te hubiera gustado tener?
Doctor.
Si el paraíso existe, ¿qué te gustaría que te dijera Dios al llegar a las puertas celestiales?
“Aquí todas las áreas son de sí fumar, de sí cantar, de sí amar, de sí soñar...”
miércoles, 10 de octubre de 2007
JUGANDO AL """ACTORS STUDIO""" CON... ¡VERÓNICA FALCÓN!
El estreno está cada vez más cerca y con éste se acerca, también, la conclusión del revelador "juego" de preguntas que iniciamos con nuestras actrices. Así que, sin más preámbulos, los dejamos con la multifacética y talentosa Verónica Falcón, nuestra querida Victoria, la enigmática enfermera de la Casa Alquicira.
¿Cuál es tu palabra favorita?
¡Eureka!
¿Qué palabra detestas?
Hubiera.
¿Qué te excita creativa, espiritual o emocionalmente?
La expresión artística o creativa.
¿Qué te desanima?
La injusticia y el abuso.
¿Cuál es tu grosería favorita?
¡Cabrón!
¿Qué sonido o ruido adoras?
La risa de mi hijo.
¿Qué sonido o ruido detestas?
El de la sirena de una ambulancia.
¿Qué otra profesión te hubiera gustado tener de no haber sido actriz?
Escritora.
¿Qué profesión de plano no te hubiera gustado tener?
Cualquiera que tuviese que ver con la milicia.
Si el paraíso existe, ¿qué te gustaría que te dijera Dios al llegar a las puertas celestiales?
¿Pasas o te regresas?
martes, 9 de octubre de 2007
RESUCITANDO AL MIEDO... EN GQ
En pleno mes de Halloween, el co-guionista de Hasta el viento tiene miedo, comparte el reto de traer de vuelta a la pantalla un clásico de fantasmas.
Por Mario P. Székely
Nunca sospeché que el cine del mexicano Carlos Enrique Taboada fuera a convertirse en esa puerta hacia el mundo donde las imágenes se vuelven emociones encerradas en fotogramas. Aquella película titulada Hasta el viento tiene miedo, que se estrenó en 1968 y que durante mi infancia se proyectase una y otra vez por televisión, estaba por ahí, casi olvidada, si bien a la espera de que un grupo de entusiastas decidieran desenterrarla y darle nueva vida.
La ocasión se me dio en un encuentro con un viejo amigo de viajes de trabajo: Gustavo Moheno. Ambos hemos sido periodistas por accidente y hasta críticos de cine con tal de estar lo más cerca posible del celuloide mientras la oportunidad para tomar la cámara se daba. Afortunadamente él había estudiado dirección de cine y tenía ya un par de cortos bajo el brazo; por mi parte, yo estaba ávido de soltar cualquier cosa que me distrajera con tal de estar cerca de la señal de: "¡Luces, cámara y acción!"
Me había enterado que Gustavo estaba reescribiendo Hasta el viento tiene miedo con la intención de dirigirla, mientras que yo podía recordar que nuestro célebre Guillermo del Toro alguna vez dijo que deseaba restaurar la original para presentarla a las nuevas generaciones (algo que nunca se llevó a cabo por lo complicado de adquirir los derechos del filme).
Tres años transcurrieron para que se concretara el argumento que Gustavo ya había iniciado con el guionista Alfonso Suárez Romero (Puños Rosas, 2005), para después pasarme la estafeta a mí y unirse también Ángel Pulido (Bajo la sal, 2008). No puedo hablar de una experiencia más absorbente y apasionante que aquella de pensar todas las noches en cómo Andrea, la fantasma de la cinta, desearía manifestarse a la audiencia del siglo XXI.
Luego vino el rodaje a finales del 2006. Y de todo lo acontecido a lo largo de más de un mes de filmación, es imposible olvidar la secuencia en que Martha Higareda, en su papel de Claudia, intenta arrojarse del borde de un puente del segundo piso del Periférico de la Ciudad de México, mientras la cámara de Moheno, montada en una grúa, la rodea como olfateando su miedo con la lente.
NUESTRAS CÓMPLICES
En la víspera de la Navidad de 2006 nadie podía saber si construir de nuevo la torre de Andrea en pleno bosque de Tlalpan era buena idea. Lo único cierto era que esta fortificación debería estar presente de manera invariable -como lo estuviera el Motel Bates en Psicosis- si es que deseábamos traer de vuelta la iconografía de Taboada.
"Esto no es un remake, sino una adaptación", nos dijo siempre Gustavo al momento de escribir. Por ello, cuando Martha Higareda sube los escalones de la desvencijada torre en pos del por qué un espectro le está llamando al oído por su nombre, ella no sólo está topándose con un personaje con intenciones de revancha, como en la versión original, sino con el miedo de cualquier adolescente que siente desazón por crecer y enfrentarse al mundo de los adultos.
Mientras que hace tres décadas a Taboada le fue suficiente un grupo de colegialas "niñas bien" que se rebelaban al desobedecer a Bernarda (Marga López), la directora del internado, ahora debíamos hundir más hondo el bisturí para reflejar la incertidumbre de las jóvenes ante padecimientos actuales como la anorexia y la bulimia, enfermedades que son producto de esa sensación de soledad que puede surgir al imitar el status quo de la moda y lo superficial.
A nueve meses de que se gritara el último "¡Corte!", la película está lista para recorrer el país en plena temporada de muertos y fantasmas, con actuaciones que sacuden el texto original de Taboada y lo llenan de sensaciones noveles en virtud del reparto formado por Higareda, Verónica Langer, Mónica Dionne, Danny Perea, Mafer Malo, Elizabeth Valdez, Magali Boysselle, Valeria y Cassandra Ciangherotti, sin olvidarnos del maravilloso y premeditado cameo de Alicia Bonet, quien encarnó a Claudia en la versión original.
En Hasta el viento tiene miedo (2007) existe una sensación nostálgica por aquel cine mexicano que ya se fue y que poco hizo por el género de terror, pero que, no obstante, el maestro Taboada sí logró plasmar en su filme ya que llevaba el talento en la sangre para hacerlo. Su torre solitaria en medio de la arboleda es ahora parte de nuestros sueños.
Ahora entiendo, más que nunca, la emoción de aquellos que jugaron con lo sobrenatural para entender un poco más la psicología humana. No puedo esperar al estreno para gritarle al mundo: ¡Está viva!
Por Mario P. Székely
Nunca sospeché que el cine del mexicano Carlos Enrique Taboada fuera a convertirse en esa puerta hacia el mundo donde las imágenes se vuelven emociones encerradas en fotogramas. Aquella película titulada Hasta el viento tiene miedo, que se estrenó en 1968 y que durante mi infancia se proyectase una y otra vez por televisión, estaba por ahí, casi olvidada, si bien a la espera de que un grupo de entusiastas decidieran desenterrarla y darle nueva vida.
La ocasión se me dio en un encuentro con un viejo amigo de viajes de trabajo: Gustavo Moheno. Ambos hemos sido periodistas por accidente y hasta críticos de cine con tal de estar lo más cerca posible del celuloide mientras la oportunidad para tomar la cámara se daba. Afortunadamente él había estudiado dirección de cine y tenía ya un par de cortos bajo el brazo; por mi parte, yo estaba ávido de soltar cualquier cosa que me distrajera con tal de estar cerca de la señal de: "¡Luces, cámara y acción!"
Me había enterado que Gustavo estaba reescribiendo Hasta el viento tiene miedo con la intención de dirigirla, mientras que yo podía recordar que nuestro célebre Guillermo del Toro alguna vez dijo que deseaba restaurar la original para presentarla a las nuevas generaciones (algo que nunca se llevó a cabo por lo complicado de adquirir los derechos del filme).
Tres años transcurrieron para que se concretara el argumento que Gustavo ya había iniciado con el guionista Alfonso Suárez Romero (Puños Rosas, 2005), para después pasarme la estafeta a mí y unirse también Ángel Pulido (Bajo la sal, 2008). No puedo hablar de una experiencia más absorbente y apasionante que aquella de pensar todas las noches en cómo Andrea, la fantasma de la cinta, desearía manifestarse a la audiencia del siglo XXI.
Luego vino el rodaje a finales del 2006. Y de todo lo acontecido a lo largo de más de un mes de filmación, es imposible olvidar la secuencia en que Martha Higareda, en su papel de Claudia, intenta arrojarse del borde de un puente del segundo piso del Periférico de la Ciudad de México, mientras la cámara de Moheno, montada en una grúa, la rodea como olfateando su miedo con la lente.
NUESTRAS CÓMPLICES
En la víspera de la Navidad de 2006 nadie podía saber si construir de nuevo la torre de Andrea en pleno bosque de Tlalpan era buena idea. Lo único cierto era que esta fortificación debería estar presente de manera invariable -como lo estuviera el Motel Bates en Psicosis- si es que deseábamos traer de vuelta la iconografía de Taboada.
"Esto no es un remake, sino una adaptación", nos dijo siempre Gustavo al momento de escribir. Por ello, cuando Martha Higareda sube los escalones de la desvencijada torre en pos del por qué un espectro le está llamando al oído por su nombre, ella no sólo está topándose con un personaje con intenciones de revancha, como en la versión original, sino con el miedo de cualquier adolescente que siente desazón por crecer y enfrentarse al mundo de los adultos.
Mientras que hace tres décadas a Taboada le fue suficiente un grupo de colegialas "niñas bien" que se rebelaban al desobedecer a Bernarda (Marga López), la directora del internado, ahora debíamos hundir más hondo el bisturí para reflejar la incertidumbre de las jóvenes ante padecimientos actuales como la anorexia y la bulimia, enfermedades que son producto de esa sensación de soledad que puede surgir al imitar el status quo de la moda y lo superficial.
A nueve meses de que se gritara el último "¡Corte!", la película está lista para recorrer el país en plena temporada de muertos y fantasmas, con actuaciones que sacuden el texto original de Taboada y lo llenan de sensaciones noveles en virtud del reparto formado por Higareda, Verónica Langer, Mónica Dionne, Danny Perea, Mafer Malo, Elizabeth Valdez, Magali Boysselle, Valeria y Cassandra Ciangherotti, sin olvidarnos del maravilloso y premeditado cameo de Alicia Bonet, quien encarnó a Claudia en la versión original.
En Hasta el viento tiene miedo (2007) existe una sensación nostálgica por aquel cine mexicano que ya se fue y que poco hizo por el género de terror, pero que, no obstante, el maestro Taboada sí logró plasmar en su filme ya que llevaba el talento en la sangre para hacerlo. Su torre solitaria en medio de la arboleda es ahora parte de nuestros sueños.
Ahora entiendo, más que nunca, la emoción de aquellos que jugaron con lo sobrenatural para entender un poco más la psicología humana. No puedo esperar al estreno para gritarle al mundo: ¡Está viva!
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lunes, 8 de octubre de 2007
JUGANDO AL """ACTORS STUDIO""" CON... ¡ELIZABETH VALDEZ!
Continúa el revelador "juego" a ya sólo 4 días de la premiere mundial de Hasta el viento tiene miedo, en el Festival de Morelia. Queda con ustedes la guapa pero sobre todo muy talentosa Elizabeth Valdez...
¿Cuál es tu palabra favorita?
Proceso.
¿Qué palabra te disgusta?
No.
¿Qué te excita creativa, espiritual o emocionalmente?
El ser humano.
¿Qué te desanima?
La aprensividad.
¿Cuál es tu grosería favorita?
¡No mames! Jajaja.
¿Qué sonido o ruido adoras?
Los que producen el violín, el bajo, la flauta y el chelo.
¿Qué sonido o ruido detestas?
El del tráfico.
¿Qué otra profesión te hubiera gustado tener de no haber sido actriz?
Administradora de una empresa o arquitecta.
¿Qué profesión de plano no te hubiera gustado tener?
Contadora o ingeniera.
Si el paraíso existe, ¿qué te gustaría que te dijera Dios al llegar a las puertas celestiales?
¡Hola! ¡Bienvenida! Sí existe algo mejor que el mundo donde vivías, aquí todos son iguales y se respetan unos a los otros; también se cuidan y se aman...
¿Cuál es tu palabra favorita?
Proceso.
¿Qué palabra te disgusta?
No.
¿Qué te excita creativa, espiritual o emocionalmente?
El ser humano.
¿Qué te desanima?
La aprensividad.
¿Cuál es tu grosería favorita?
¡No mames! Jajaja.
¿Qué sonido o ruido adoras?
Los que producen el violín, el bajo, la flauta y el chelo.
¿Qué sonido o ruido detestas?
El del tráfico.
¿Qué otra profesión te hubiera gustado tener de no haber sido actriz?
Administradora de una empresa o arquitecta.
¿Qué profesión de plano no te hubiera gustado tener?
Contadora o ingeniera.
Si el paraíso existe, ¿qué te gustaría que te dijera Dios al llegar a las puertas celestiales?
¡Hola! ¡Bienvenida! Sí existe algo mejor que el mundo donde vivías, aquí todos son iguales y se respetan unos a los otros; también se cuidan y se aman...
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